

Los parques rurales de Tenerife son zonas en las que coexisten procesos de importancia ecológica y belleza paisajística con actividades de carácter tradicional, agrícolas, ganaderas o pesqueras.
El resultado es un paraje muy singular, fruto de una larga y armoniosa convivencia del ser humano con un rico medio natural. Su objetivo es conservar estas zonas íntegramente, no sólo con sus valores naturales sino también culturales, así como ordenar el uso de sus recursos y promover actuaciones que mejoren la calidad de vida de las poblaciones locales.

Parque Rural de Anaga
Se trata de un espacio protegido localizado al noreste de Tenerife, en el Macizo de Anaga. Ocupa 14.419 hectáreas y su paisaje se caracteriza por la orografía muy montañosa que se encuentra surcada por profundos barrancos.
Incluye ecosistemas muy diferentes, porque se extiende desde la zona costera hasta los 1.020 m de altitud, que se alcanzan en la Cruz de Taborno. Algunos lugares se encuentran en muy buen estado de conservación, como lo demuestra la existencia en su interior de las Reservas Naturales Integrales de El Pijaral, Ijuana y los Roques de Anaga.
Este Parque Rural alberga una población de unos 2.500 habitantes, repartida en numerosos pueblos, caseríos y viviendas rurales dispersas que conservan el paisaje tradicional.
Sus habitantes se dedican, principalmente, al cultivo de la tierra. Sin embargo, con la mejora de las comunicaciones, también se ocupan a otro tipo de actividades, aunque en los días libres siguen cultivando los productos de autoconsumo familiar.
No obstante, las prácticas agrícolas se encuentran en regresión, destacando las plantaciones de viñas en la zona norte que producen el famoso vino de la zona.
El Macizo de Anaga es uno de los lugares más antiguos de la Isla, con materiales que datan de unos 6 m.a. En la formación del macizo se han producido unos periodos de descanso eruptivo, donde la erosión ha ido modelando el terreno hasta dar lugar al relieve actual. En éste se pueden observar coladas basálticas, materiales piroclásticos y estructuras características como los diques y afloramientos sálicos que forman los pitones o roques que sobresalen entre las formas del relieve.
Tienes muchísimas opciones para disfrutar del Parque: senderismo, mountain bike, paseos a caballo, etc. Si lo tuyo es el mar puedes aprovechar sus vientos para practicar vela, sumergirte en sus bellas profundidades en una divertida jornada de buceo, practicar surf en las fuertes olas del Atlántico, probar un kayak, o simplemente disfrutar de un relajante día de playa.

Parque Rural de Teno
El Parque Rural de Teno, situado en el extremo noroeste de la Isla, está caracterizado por grandes acantilados y profundos barrancos que llegan hasta el mar. Incluye una gran parte del Macizo de Teno, formado por la acumulación de coladas basálticas de la Serie I, origen de las primeras tierras emergidas de Tenerife (como Anaga o Roque del Conde).
Posteriormente, actuaron los procesos erosivos que conformaron su actual aspecto accidentado, aunque se han visto interrumpidos por algunas erupciones recientes de la Serie III, que formaron la Isla baja. Estas emisiones volcánicas se localizaron cerca de Teno Alto, produciéndose la última en la Punta de La Aguja, cerca del Faro de Teno. A pesar del predominio de materiales basálticos, también hay algunos afloramientos sálicos, como el Roque Blanco o Pico del Aderno.
El Parque Rural, tiene una población cercana a los 1.300 habitantes, repartidos en los pueblos de El Palmar, Teno Alto, Los Carrizales, Las Portelas y Masca. Es común en estos pueblos el pastoreo y la agricultura, aunque también han sido relevantes las extracciones de tierras para uso agrícola, sobre todo entre Erjos y Tierra del Trigo.
Existen viviendas tradicionales, antiguos caminos empedrados y yacimientos arqueológicos de gran interés como grabados prehispánicos.
Tienes a tu disposición más de 100 kilómetros de senderos homologados para que puedas sumergirte de lleno en la naturaleza. Los barrancos más profundos de Tenerife se encuentran en esta zona, los primeros habitantes de Masca construyeron sus caseríos entre impresionantes paredes.
Este pintoresco enclave es una de las mejores muestras de arquitectura tradicional de Canarias. Hasta hace apenas unas décadas, se encontraba prácticamente aislado del resto de la isla por las complicadas comunicaciones, lo que permitió su excepcional conservación.
Orientado a las labores de información, conservación, divulgación de los valores del Parque, también merece una parada su Centro de Visitantes de Los Pedregales que atiende las visitas de turistas interesados en obtener información sobre la Red de Senderos y otros valores del parque de forma personalizada.
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